ALGUNAS CONSECUENCIAS DE LAS CRISIS ECONÓMICAS
DE LA DICTADURA MILITAR ARGENTINA (1976-1983)
EN LA POLÍTICA DE ESTUDIOS: ASOCIACIÓN DE ARIES CINEMATOGRÁFICA CON ROGER CORMAN
Crises, Film Making Policies, and the
Argentinean Military
Dictatorship (1976-1983). The Case of Aries
Cinematográfica, and Roger Corman
Lcda. Susana Markendorf Martínez
Doctoranda en Historia
Universidad de Granada-Universidad de Buenos Aires
Recibido el 14 de Febrero de 2023
Aceptado el 22 de Marzo de 2023
Resumen. En las postrimerías de la Dictadura Militar Argentina (1976 -1986) las crisis económicas y sucesivas devaluaciones de la moneda llevaron a evaluar diversas estrategias políticas en los estudios cinematográficos para sobrevivir los vaivenes de la Economía. El presente trabajo analiza el caso de Aries Cinematográfica, el mayor estudio de esa etapa, fundado veinticinco años atrás por Fernando Ayala y Héctor Olivera, que consideraron fomentar la política de asociación con productoras extranjeras para filmar en el país a muy bajo costo películas clase B, para su consumo en el extranjero, y permitir la supervivencia de los estudios y su personal técnico y artístico.
Palabras clave. Cine Argentino, Aries Cinematográfica, Coproducciones, Cine clase B, Héctor Olivera, Roger Corman.
Abstract.In the aftermath of the Argentine military dictatorship (1976-1986), the economic crisis and the successive currency devaluations forced film studios to evaluate different political strategies in order to survive the ups and downs of the economy. This paper analyses the case of Aries Cinematográfica, the largest studio of that period, founded 25 years ago by Fernando Ayala and Héctor Olivera. These directors considered fostering a policy of association with foreign production companies to B-class films in the country at a very low cost for consumption abroad, so that the studios could survive, along with their technical and artistic staff.
Keywords.Argentinean Cinema, Aries Cinematográfica, Co-productions, B-Class Cinema, Héctor Olivera, Roger Corman.
En 1980, durante la dictadura militar argentina y tras 25 años de existencia con diversos altibajos, Aries Cinematográfica, uno de los estudios más importantes del país, fundado por Fernando Ayala y Héctor Olivera, enfrenta una nueva crisis económica, que lleva a sus dueños, a asociarse con la productora estadounidense New Word Pictures, del director norteamericano Roger Corman (1).
Tras la experiencia de Corman, muchas productoras extranjeras filmaban en Argentina, debido a los bajos costos de producción debido a las sucesivas devaluaciones que sufría el peso argentino, tanto, que el salario diario de un extra podía llegaba a tres dólares. Tras una nueva crisis financiera y la correspondiente devaluación de la moneda nacional, en una entrevista realizada durante el Festival de Cine de Mar del Plata en 2002, Corman manifestó que evaluaba reflotar el convenio con Aries debido a la situación cambiaria y la excelente calidad de los técnicos locales, hecho que no se concretó finalmente.
Esta asociación acordó filmar diez películas de bajo presupuesto, conocidas como películas clase B (2) en Argentina, de las cuales, solo una se estrenó en el país. Las películas realizadas pueden clasificarse en dos géneros: dentro del género fantástico, en el subgénero conocido como Sword and Sorcery (Espada y Brujería), de moda en los años 80 que en este casointentaban aprovechar el éxito de Conan el bárbaro (Conan the Barbarian, J. Milius, 1982), o filmes policiales y de suspenso. Entre las primeras El cazador de la muerte (Deathstalker, J. Sbardetalli, 1983); Kain, del planeta oscuro (The Warrior and the Sorceress, J. Broderick 1983), La guerra de los magos (Wizards of the lost Kingdom, H. Olivera, 1983), Reina Salvaje (The barbarian queen, H. Olivera, 1984), Amazonas (Amazons, A. Sessa, 1984), El cazador de la muerte II (Deathstalker II, J. Wynorski, 1986), El ojo de la tormenta (Stormquest, A. Sessa, 1987). Los otros tres títulos, fueron policiales: La muerte blanca (Cocaine Wars, H. Olivera, 1985), Two to tango/Matar es morir un poco (H. Olivera, 1988), y Toca la muerte por mi/Limite de riesgo/Negra medianoche (Play murder for me, H. Olivera, 1990).
Las películas Sword and Sorcery se caracterizaron en todos los casos en que los actores protagónicos eran norteamericanos y sus elencos se completaban con técnicos y algunos actores argentinos en papeles secundarios, que en muchos casos cambiaban sus nombres en los títulos para no quedar asociados con ese tipo de películas. Quien a diferencia de ellos, nunca renegó de sus obras fue Héctor Olivera, que terminó dirigiendo la mitad de ellas debido a algunas crisis entre los responsables del proyecto. Sin embargo, Héctor Olivera, que dirigió la mitad de los títulos realizados, tras desinteligencias en los equipos de filmación entre actores y directores norteamericanos, al respecto sostiene: "Soy absolutamente responsable de mis actos. Reconozco haber hecho bodrios en mi vida como director. Como las películas de encargo de Roger Corman, que eran imprescindibles para mantener abiertos los estudios”.
El nivel de los equipos técnicos argentinos en estas películas se caracterizó por su calidad, con profesionales reconocidos por su labor en otras películas de Aries: Oscar Cardozo Ocampo (3), el reconocido músico que realizó entre otras, la musicalización de La Patagonia Rebelde y La Nona, María Julia Bertotto (4) (vestuario), Emilio Basaldúa (5) (dirección de arte) o Américo Ortiz de Zárate (Amerik von Zarat) como primer asistente de dirección.
Todas ellas, se caracterizaban por historias sencillas sobre reinos o aldeas atacados por sus vecinos, búsquedas de tesoros o elementos mágicos que permitirían finalmente el triunfo del héroe o la heroína que durante sus periplos encontraban extravagantes personajes que los acompañaban o se enfrentaban con ellos, como bailarinas exóticas con dos pares de senos, mujeres insectos, sirenas, o leones alados que no fueron tales.
A modo de ejemplo, tomaremos la tercera película de la zaga, El mago del reino perdido, filmada por Héctor Olivera en 1984. Por ser la primera filmada por el Director en esta coproducción y por haber recibido un reconocimiento como “el video infantil más vendido de Gran Bretaña en 1984”, según una plaqueta en la oficina de Corman, hecho que posiblemente fuera la razón para que en 1989 se realizará una secuela coprotagonizada por David Carradine y Lana Clarkson, Wizards of the Lost Kingdom II, dirigida por Charles B. Griffith en 1989, por fuera del marco de la asociación con Aries.
Wizards of the Lost Kingdom (H. Olivera, 1984), © Trinity Productions.
La elección de Olivera como director fue, al menos, accidental, debido a que en los primeros días de filmación en las Cataratas del Iguazú, el protagonista Bo Svenson (6) tiene una fuerte discusión con el director Alan Hollend, por lo que según recuerda el director. "Tuve que hacerme cargo de un día para el otro, prácticamente sin haber leído el guion; a medida que iba filmando Américo Ortiz de Zárate -entonces mi asistente- me soplaba qué rol interpretaba cada uno de los actores"(Olivera 1993). En la misma entrevista el director sostiene que “fue la peor película que hice en mi vida”.El film comienza con un resumen e imágenes de Deathstalker, pero no se trata de una secuela, porque la historia toma un giro totalmente distinto, ya que a diferencia de los dos anteriores que no ahorraban violencia y desnudos femeninos, esta producción fue orientada hacia un público infantil. Además, de acuerdo al final de la primera película, el héroe había recuperado y destruido una espada, un amuleto y un cáliz, pero nunca un anillo.
Ed Naha, un reconocido escritor, y guionista (7), responsable algunos años después del guion de Querida, encogí a los niños (Honey, I Shrunk the Kids, Joe Johnston, 1989), fue el responsable del guion: un joven, hijo del mago del reino, Simon (Vidal Peterson) está comprometido con la princesa. El reino de Axeholme es invadido por Shurka (Thom Christopher), un cruel mago que busca un anillo mágico, asesinando al rey y encarcelando a la joven princesa Aurea. El padre de Simon para protegerlo lo teletransporta al bosque, junto al fiel Gulfax, y el anillo mágico, pero este se pierde y queda en el castillo. En el bosque encuentra a Kor (Svenson), que lo ayudará a volver al castillo, recuperar su sortija, la espada y liberar a la joven princesa de las garras de Shurka, quien pretende desposarla. Pero para ello, como Ulises para regresar a Itaca, debe vivir diferentes peripecias: desde la compañía de Acrasia, la mujer insecto que le da una pócima e intenta asesinarlo, pero es finalmente salvado por Kor; a un intento de resucitación de unos guerreros muertos en un cementerio, que se rebelan, siendo vencidos. Finalmente, gracias a un mago del bosque, llegan al castillo, y logran liberar el reino.
Si revisamos el afiche que anuncia la película, nos encontramos que Gulfax era un león alado, pero por razones presupuestarias, o de tiempos, el león nunca apareció, convirtiéndose ante la necesidad del director, que había adelantado el rodaje todo lo posible filmando las escenas donde no aparecía el animal, en una especie de monstruo, claramente inspirado en Chewbacca, el fiel compañero de Han Solo, en la saga Star Wars de George Lucas. Con unas pieles blancas se creó un traje rebozado en algodón, en el que se enfundó Edgardo Moreira, entonces esposo de la vedette Noemí Alan, que en los créditos aparece como Edward Morrow y que también interpretaba a Wulfrick, el padre del joven mago.
Entre los argentinos en esta película, nos encontramos además de los ya mencionados a Augusto Larreta como el rey Tylos; María Socas como Acrasia, la mujer-insecto; Marcos Woinsky como Rongar y Marina Magalí, que había debutado una década atrás como coprotagonista de Juan José Camero en el filme de Leonardo Favio, Nazareno y el lobo (1975), en los títulos como Mary Gale en el papel de la sirena Linnea, que ayuda a superar las pruebas al joven y al guerrero.
Dentro de este género, Olivera dirige la película siguiente, Reina salvaje (Barbarian Queen, 1985, conocida en España como La reina de Barbaria), protagonizada por Lana Clarkson (8) que interpreta a Amethea, quien en el día de su boda con Argan (Frank Zagarino), sufren una invasión de su aldea, en la que mueren gran parte de sus habitantes, y los pocos sobrevivientes son tomados prisioneros, incluidos su prometido, Strymon, otro de los guerreros (el argentino Víctor Bo), y su hermana menor Taramis (Dawn Dunlap).
Barbarian Queen (H. Olivera, 1985), © Aries Cinematográfica Argentina y Rodeo Productions.
Junto a su amiga Estrild (Katt Shea, que luego escribiría y dirigiría algunas películas para Corman) jura venganza y emprende el camino para liberar a su prometido. Junto a otra de las sobrevivientes, Tiniara, interpretada por Susana Traverso, quien luego se sumaría a las vedettes que acompañaban a la dupla cómica conformada por Jorge Porcel y Alberto Olmedo en las comedias picarescas de Aries. Las tres mujeres en su camino, logran rescatar a Taramis, y llegan a la ciudad, y logran encontrar a Argan y a Strymon, que son entrenados como gladiadores. Taramis se entrega a Arrakur, interpretado por Armando Capó (Arman Chapman en los créditos) por eso Amethea y Tiniara, arman una lucha para ser también tomadas prisioneras. Esta última muere en la tortura, pero Amethea logra liberarse y organizar la revuelta junto a los disidentes y los gladiadores triunfando y reencontrando a Argan.
Además de los mencionados, también participaron por la parte argentina una joven Andrea Barbieri (Andrea Barbizon en los créditos); Marcos Woinski, Roberto Catarineu (Robert Carson) Y hay una aparición de lo más curiosa: Eddie Pequenino (9), que figura como Eddie Little en los créditos, e interpretó a un vendedor de telas en el mercado.
Esta película también tuvo una secuela, Barbarian Queen II The Empress strikes back, (La Reina Salvaje II, la Emperatriz Contraataca, en clara alusión a la película de la Guerra de las Galaxias (Star Wars), El imperio contraataca filmada una década antes. La secuela con Clarkson, fue filmada en México y dirigida por Joe Finley en 1989.
Las tres películas restantes de este género Amazonas, El cazador de la muerte II (Deathstalker II) yEl ojo de la tormenta (Stormquest), si bien fueron filmadas dentro de la sociedad de Corman y Aries fueron dirigidas por otros directores. Sin embargo, utilizaron escenas ya filmadas, vestuario y decorados de las películas anteriores.
Dentro del género policial, las tres películas fueron dirigidas por Héctor Olivera. La primera, fue la única que se estrenó comercialmente en Argentina en 1985, La muerte Blanca (Cocaine Wars, en su título en inglés), tuvo la particularidad de ser la primera en las películas coproducidas con Corman, protagonizada por dos actores argentinos que ya habían participado en No habrá más penas ni olvido (H. Olivera, 1983),película que ya había sido estrenado en EE.UU: Federico Luppi y Rodolfo Ranni, junto a John Schneider, el actor que interpretaba al primo rubio (Bo Duke) en la serie televisiva Los dukes de Hazzard, que estuvo en el aire entre 1979 y 1985.
Cocaine Wars (H. Olivera, 1985), © Aries Cinematográfica Argentina y New Horizons.
El argumento fue realizado por David Viñas (10), un prestigioso escritor argentino junto al propio Olivera, pero reescrito por el guionista Steve M. Krauser. Relata la historia de un agente de la DEA (Cliff Adams interpretado por Schneider) que se infiltra como piloto en la organización de Gonzalo Reyes (Luppi), un productor de cocaína, de un país de América del Sur en el que planean dar un golpe de estado para evitar las elecciones que darían el triunfo a Marcelo Villalba (Juan Vitali), un candidato socialista, que lucha contra la corrupción y el narcotráfico. Asociado al Jefe de Policía, Luján (Ranni), Reyes ordena al piloto matar al candidato, y este se niega, ya que solo está contratado para trasladar la mercancía en el avión, lo que lleva a su jefe a poner precio a su cabeza. El filme no ahorra en escenas de violencia, peleas o torturas a enemigos, ladrones o traidores. Gran parte de los exteriores se filmaron en Salta y Jujuy, pero la musicalización de Jorge López Ruiz, corresponde más a ritmos centroamericanos. Villalba convoca un acto con miles de seguidores denunciando a Reyes y a Luján y se desata una brutal represión por parte de la policía local, que intenta detener, sin éxito, al candidato, y al agente que huyen pero son atrapados por la policía. Una periodista extranjera, Janet Meade (Kathryn Witt), amiga de Adams, persigue el escape y rescata al candidato. En su casa, se lo presenta al agente de la DEA, a quien le entrega unos días después un informe sobre las andanzas de Reyes y Luján, que son publicados. Como consecuencia la escalada de violencia y la persecución van creciendo, logrando Luján tomar prisioneros a Villalba y Adams. Cliff llega a liberarse y huyen llevando como rehén al policía que es atropellado por un coche. Tras dejar en lugar seguro al candidato, Adams sale en busca de Janet, que también había sido atrapada por Reyes y sus hombres, que ofrecen a Adams un intercambio: la joven por el candidato. El piloto inicia el rescate atacando uno a uno a los esbirros del traficante, destruyendo el laboratorio y rescatando a la chica. La película se promocionaba con la imagen de Schneider, y frases tales como “The super Duke is back".
Los dos últimos policiales de esta zaga contaron con José Pablo Feinmann (11), reconocido filósofo y ensayista, como guionista. En el primero, Matar es morir un poco (Two to Tango, 1988), basado en su novela, Últimos días de la víctima, su trabajo junto a Olivera, fue reescrito por una guionista estadounidense, Yolande Turner, que se aleja bastante de la novela original y de la versión cinematográfica producida por Aries en 1982 dirigida por Adolfo Aristarain, al intentar adecuarlo a la cultura estadounidense. En este caso, los protagonistas fueron Don Stroud (12) que interpreta a James Conrad, el asesino a sueldo (Raúl Mendizabal, según la novela y la versión de Aristarain, interpretado por Federico Luppi), y Adrienne Sachs, una actriz de origen brasileño que, entre otras películas participó en Robocop y Alien 3, que en este caso interpretó a Cecilia Lorca, la amante de la futura víctima. El tercer protagonista, un reconocido actor argentino: Duilio Marzio (13), como Paulino Velasco. También aparecen en pequeños y breves papeles, Nathán Pinzón, Golde Flami, Armando Capó, Pablo Novak y Adriana Salonia, entre otros actores argentinos. Estos dos últimos, venían de participar en La noche de los Lápices.
Two to Tango (H. Olivera, 1988).
© Aries Cinematográfica Argentina, Concorde New-Horizons y New Horizons Picture
Feinmann recuerda en su libro Pasiones de Celuloide: "Últimos días de la víctima se filmó dos veces. Una de ellas permanecerá como una película bizarra hasta el extremo (lo bizarro de lo bizarro), con un guion perpetrado por una escritora yanki enviada por Roger Corman, que sólo sabía decir en español '¡Entre!' para indicarles a los del servicio de confitería que sí, que podrían entrarle su té con masas a la habitación en que trabajábamos, con Héctor Olivera sin muchas ganas, yo desorientado y escribiendo para la próxima cuota y, en fin, salió una peli de la que hoy, Olivera y yo, al menos, nos reímos cálidamente, como de esas cosas que pasan en la vida, y que pasan de tal modo que todo está destinado a salir condenadamente mal.” (Feinmann, 2000).
El tercer policial y última realización de la dupla Corman-Olivera, Play Murder for Me (1990), también contó con el argumento original de Feinmann y diálogos adicionales reescritos por Daryl Haney. Aunque en las bases de datos en español figura como Negra medianoche, la edición argentina en video de Lucian Film llevó el título Toca la muerte por mí, y otras ediciones de Quinta Visión, la presentaron como Límite de Riesgo. En estos dos últimos casos, los afiches y portadas de los videos en VHS de ambas productoras, a nivel nacional, destacan como protagonistas, los nombres de Rodolfo Ranni y Gerardo Romano, dos reconocidos actores argentinos, que en ese momento protagonizaban una serie televisiva de gran éxito, Zona de riesgo (14), junto a otros reconocidos actores como Jorge Rivera López y Maurice Jouvet. En el caso de Límite de Riesgo, además se presenta a una joven actriz, Araceli González, que no aparece en los títulos de la película original. Sin embargo, en las promociones de EE.UU. se considera como protagonistas a Jack Wagner, conocido por sus trabajos en series televisivas como Hospital General y Melrose Place, y como músico, llegando a ocupar el primer lugar con su tema All I need en 1984 y a Tracy Scoggins, quien interpretó también a Monica Colby, en la serie Dinastía y su derivada, Los Colby en los años 80, y como actores de reparto, William Burns, quien participó en series como La Ley y el Orden, en sus diferentes formatos e Ivory Ocean, que intervino en papeles menores entre otras series, Doctor Quinn, Frazier o Seinfeld y en películas como The mask.
Play Murder for Me (H. Olivera, 1990).
© Aries Cinematográfica Argentina, Aries Films International y Concorde New-Horizons
La película trata sobre un triángulo amoroso en el que Tricia Merritt (Scoggins), reencuentra en un club nocturno a un antiguo amante, Paul Slater (Wagner), un saxofonista estadounidense venido a menos radicado en Argentina e intenta persuadirlo para que mate a su marido, Fred (William Burns), un rico miembro del hampa.
A modo de Conclusión:
La filmación de estas películas consideradas por algunos autores en su mayoría dentro de las subseries Clase C, debido a que no llegaron a estrenarse en salas, sino que pasaron directamente a video, TV o cable dejaron abierta la posibilidad de considerar a la Argentina como una posible locación para la filmación de diferentes producciones debido a sus bajos costos a nivel internacional.
Esto fue aprovechado tanto por aquellas consideradas como Clase B, por ejemplo, Vengeance of a Soldier (La venganza de un soldado, David Worth, 1984), con John Savage y María Socas; Rage of honor (Contacto ninja en la Argentina, Gordon Hessler, 1986); Catch the Heat (Sin escape, Joel Silberg, 1987); Jailbird Rock (Entre rejas, Phillip Schuman, 1988) o Norman’s Awesome Experience (Paul Donovan, 1989), o por producciones más importantes, como The Mission (La misión, Roland Joffé, 1986), con Robert De Niro, Jeremy Irons y Liam Neeson; Gung Ho (Fábrica de locuras, Ron Howard, 1986), con Michael Keaton; Naked tango (Leonard Schrader, 1991), con Vincent D'Onofrio; y Highlander 2: The Quickening (Highlander II, Russell Mulcahy, 1991), con Sean Connery, Virginia Madsen y Christopher Lambert.
Basándose en estos datos, Diego Curubeto sostiene que Corman rompió con cierto temor de los productores estadounidenses a filmar en Argentina, abriendo una puerta por la que luego, aprovechando las condiciones económicas favorables, ingresaron una larga serie de realizaciones extranjeras (Curubeto, 1993). Algo que, con lógicos altibajos, continúa hasta hoy.
Notas
(1) Roger William Corman, (Detroit 1926) estuvo relacionado con cerca de 400 películas en diferentes roles desde principios de los cincuenta hasta hoy. Ha sido una figura clave del cine de bajo presupuesto, como productor, director e impulsor de una nueva camada de directores y actores, como Ford Coppola, Jack Nicholson, Martin Scorsese, Peter Bogdanovich, Joe Dante, Monte Hellman y John Sayles. Como director realizó algunas obras especialmente recordadas, como sus adaptaciones de Edgar Allan Poe con Vincent Price en los protagónicos y esa joya del humor negro que es La tiendita del horror (The Little Shop of Horrors, 1960). Y como distribuidor, fue el responsable de que se exhibieran en Estados Unidos algunas películas de Federico Fellini e Ingmar Bergman. Su autobiografía, publicada en 1990, se titula How I Made a Hundred Movies in Hollywood and Never Lost a Dime (Cómo realicé un centenar de películas y nunca perdí un centavo), documenta su experiencia en la industria cinematográfica. Recibió en 2009, un Oscar Honorario de manos de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de EE.UU.
(2) El término clase B surge originariamente en los años treinta y cuarenta para designar a las películas que acompañaban en doble función, a producciones más importantes, de clase A. La premisa puede resumirse en una frase, atribuida a uno de los hermanos Warner: "No la quiero buena, la quiero el martes". La rapidez en su filmación y el bajo presupuesto necesariamente no habla mal de estas películas: en general los equipos eran muy profesionales, de excelente solvencia técnica. Corman, por ejemplo, filmó La tiendita del horror en apenas dos días y tres noches, con resultados notables. Con el tiempo y los cambios en la forma de producción, comercialización y exhibición de films en Estados Unidos, la definición de B-movie se fue desvirtuando: hoy se denomina así a cualquier película de bajo presupuesto.
(3) Nació en Buenos Aires en 1942 y falleció en Resistencia en 2001. Hijo de un reconocido compositor paraguayo exilado en Argentina, Mauricio Cardozo Ocampo, considerado también en el vecino país como paraguayo. Arregló, dirigió y en ocasiones produjo discos de reconocidos cantantes y compositores argentinos como María Elena Wash, Mercedes Sosa, Enrique Llopis, Sandra Mihanovich, Jorge Cafrune, Fue musicalizador en cine teatro y televisión, recibió entre otros, el premio Konex de Platino en 1995 como Arreglador en Música Popular. Oscar Cardozo Ocampo llegó a afirmar: «Siempre compuse para cine, para teatro, para discos. Siempre tuve un para qué. Creo que, si no lo tuviera, sentiría pánico».
(4) Escenógrafa, directora de arte, Vestuarista en cine, teatro y televisión, ha recibido numerosos reconocimientos por su labor, como el premio Konex de Platino, Cóndor de Plata y premios teatrales como el María Guerrero o el Florencio Sánchez. Esposa del filósofo y escritor José Pablo Feinmann.
(5) Arquitecto. Hijo del reconocido artista plástico Héctor Basaldúa. Se desempeñó como Director de Arte, realizador de ambientación, y escenógrafo en numerosos filmes y obras teatrales, recibiendo numerosos premios nacionales e internacionales.
(6) Bo Svenson, un actor de origen sueco que emigró a EE.UU, dónde inició su carrera en televisión en los años sesenta y posteriormente filmó algunas películas como El carnaval de las águilas (The Great Waldo Pepper, George Roy Hill ,1975), junto a Robert Redford y Susan Sarandon, o ya mediando los años ochenta, en pequeños papeles en Fuerza Delta (The Delta Force, Menahem Golan, 1986), junto a Chuck Norris y Lee Marvin, y en El guerrero solitario (Heartbreak Ridge, 1986), dirigida y protagonizada por Clint Eastwood; ya en el nuevo milenio representó al reverendo Harmony en la segunda parte de Kill Bill (Quentin Tarantino, 2004).
(7) Ed Naha es responsable de llevar al formato de novela éxitos como Robocop y Los Cazafantasmas 2, además de diversos ensayos sobre ciencia ficción y terror.
(8) Lana Clarkson, que había participado de la primera de las películas de la asociación, fue hallada sin vida en las primeras horas de la mañana del 3 de febrero de 2003, con un disparo en la boca, en una mansión de West Hollywood propiedad del legendario productor musical Phil Spector, su marido, quien, pese a alegar que su esposa se había suicidado, fue condenado a 19 años de prisión.
(9) Eduardo Pecchenino (Buenos Aires 1928-2000). Se lo recuerda sobre todo por su participación, bajo el seudónimo de Eddie Pequenino, como comediante, pero fue trombonista, músico de jazz y, para muchos, un precursor local del rock, ya que formó parte de la primera banda del país.
(10) (Buenos Aires, 1927-2011). Fue un destacado narrador, dramaturgo y crítico literario con obras de corte histórico/político como su primer novela, Los dueños de la tierra (1958) que explicita cómo se conformó la oligarquía argentina tras la llamada Campaña al Desierto, o Lisandro (1972) la obra teatral basada en la vida de Lisandro de la Torre, el senador que denunció por fraude y evasión impositiva al frigorífico Anglo y a dos ministros del presidente Justo por haber ocultado información contable, molestando a los sectores conservadores, hasta que un matón del Partido Conservador, el ex comisario Ramón Valdez Cora, intenta silenciarlo, y mata por error a su compañero de bancada, Enzo Bordabehere, o Literatura argentina y realidad política (1964), su primer y más importante libro de ensayos ya que el autor hasta 1964 sólo había publicado novelas. Y cuentos cortos como El jefe que pensaba publicar en un libro de relatos, al que denominaría Paso a los héroes y otros cuentos de la época absurda, y que nunca se editó.
(11) (Buenos Aires, 1943-2021). Licenciado en Filosofía de la UBA, fue Docente, Investigador y ensayista. En 1973 fundó el Centro de Estudios del Pensamiento Latinoamericano (CEPL), en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires. En 2001 recibió el premio Konex de platino en la disciplina Guion de Cine y Televisión, debido a su intensa actividad en el medio y en 2004 el premio Konex (Diploma al Mérito) en la disciplina Ensayo Político y en 2014 otro Diploma al Mérito en la disciplina Ensayo Político y Sociológico, debido a sus numerosas publicaciones.
(12) Donald Lee Stroud (Honolulu, 1943) es un actor estadounidense, reconocido por haber participado en variadas series de televisión y numerosas películas, como Taxi Driver y Perdita Durango, siendo una de sus últimas participaciones la película de Quentin Tarantino, Django Unchained (Django sin cadenas en Latinoamérica) en 2012, interpretando el papel del alguacil Bill Sharp.
(13) Duilio Bruno Perruccio La Stella, (Buenos Aires, 1923 -2013) fue un reconocido actor argentino que participó en numerosas películas, convocado por directores de la talla de Leopoldo Torre Nilsson, Héctor Olivera, Fernando Ayala o Daniel Tinayre, recibiendo numerosas distinciones como Mejor Actor de Reparto por su labor en El Jefe (F. Ayala, 1958) con Alberto de Mendoza y El Candidato (Ayala, 1959) con Alfredo Alcón y Olga Zubarry, En la ardiente oscuridad (Daniel Tinayre, 1958), junto a Mirtha Legrand y Lautaro Murua y en 1959 La caída (Leopodo Torre Nilsson) sobre la novela de Beatriz Guido con Elsa Daniel. En teatro, recibió los premios María Guerrero, Trinidad Guevara, Florencio Sánchez y ACE al mejor actor dramático de 1998 por la Borges y Perón. Fue presidente de la Asociación Argentina de Actores entre 1964 y 1968. En la década del 70 estudió con Lee Strasberg. Trabajó también en numerosas series televisivas.
(14) Miniserie televisiva emitida en 1992 y 1993, en que se tocaban diferentes temas, tales como drogadicción, corrupción, infidelidad, o violencia de género, que recibió buenas críticas en medios locales, así como numerosos premios Martín Fierro en su edición de 1992, incluido el de mejor guion a sus autores, Jorge Maestro y Sergio Vainman.
Bibliografía
CURUBETO, D., Babilonia Gaucha, Editorial Planeta, Buenos Aires, 1993.
CURUBETO, D., Babilonia Gaucha ataca de nuevo, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1998.
DIARIO CLARÍN, “Seis décadas de cine argentino”, 1997, https://www.clarin.com/sociedad/decadas-cine-argentino_0_BJYbGPZbCFl.html [Consultado el 8 de febrero de 2023].
FEINMANN, J.P., Pasiones de Celuloide, Ensayos y variedades sobre cine, Grupo Editorial Norma, Buenos Aires, 2000.
MANRUPE, R. y María A. PORTELA, M.A., Un diccionario de films argentinos, Editorial Corregidor, Buenos Aires, 1995.
OLIVERA, H., “Un cinco de abril”, Edición impresa del 28 de julio de 1993, Buenos Aires, 1993, 29.
OLIVERA, H., Fabricante de Sueños, Sudamericana, Buenos Aires, 2021.
RUSSO, J.P., “Entrevista a Héctor Olivera”, en Escribiendo cine, Buenos Aires, 2010.
[PDF]
VOLVER
ISSN 1988-8848
|