MACISTE
BREVE SEMBLANZA DE UNA FIGURA METACINEMATOGRÁFICA
Maciste. A brief portrait of a filmic personage
Dr. Óscar Lapeña Marchena
Historiador
Cádiz
Recibido el 3 de Noviembre de 2016
Aceptado el 22 de Noviembre de 2016
Resumen. En este trabajo queremos analizar la figura de Maciste; un personaje que surgió en el film Cabiria, y que le permitió al actor Bartolomeo Pagano convertirse en uno de los primeros divos del cine italiano. Posteriormente, en los años sesenta, dentro del género péplum, Maciste volvió a las pantallas pero como imitador de las películas protagonizadas por Hércules.
Palabras clave.Maciste, Bartolomeo Pagano, Péplum, Cine Mudo, Antigüedad en el Cine.
Abstract.This paper is dedicated to the analysis about the figure of the Maciste. It is a character that emerged in the film Cabiria, which made the actor Bartolomeo Pagano to become one of the first stars of Italian cinema. Later, in the sixties, Maciste returned to the screens but as an imitator of the films starring Hercules.
Keywords. Maciste, Bartolomeo Pagano, Péplum, Silent Film, Antiquity in Cinema.
A pesar de que es relativamente habitual que en los libros que estudian el género cinematográfico del péplum italiano el referente de portada suele estar ocupado por el cuerpo de Hércules -encarnado por el culturista estadounidense Steve Reeves-, lo cierto es que en el país creador del género el referente con el que más se identifica es el de Maciste. Recordemos que en los años de esplendor del péplum (1958-1965), Maciste protagonizó veinticuatro películas por diecinueve de Hércules (1). Aunque es cierto que muchas de las películas en las que en Italia aparecía Maciste al frente del reparto, cuando éstas se vendían a otros países los títulos, los carteles y los diálogos cambiaban, sustituyendo al personaje original por otro más conocido en los mercados europeos y norteamericanos; generalmente esta alteración que obedecía a razones comerciales privilegiaba siempre a los personajes de Hércules o a los bíblicos Goliat y Sansón (2).
Maciste es un personaje desligado de todo origen literario o teatral, que nace con la película Cabiria, dirigida por Giovanni Pastrone para la productora turinesa Itala Films en el año 1914. Estaba interpretado por el estibador del puerto de Génova -carente de toda experiencia cinematográfica anterior- Bartolomeo Pagano (1878/1947) (3), que lo encarnó en veinticinco oportunidades. Al margen de Maciste, Pagano interpretó un film junto al cómico Cretinetti -Cretinetti e gli stivali del brasiliano (1915) (Giordano 1988: 11)-, y tres más al final de su carrera: Il vetturale del Moncesinio (1927), Gli ultimi zar (1928) y Giuditta e Oloferne (1928), que no tuvieron buena acogida por parte del público que ya identificaba plenamente a Maciste con Bartolomeo Pagano, convirtiéndolo, de hecho, en uno de los primeros divos de la industria cinematográfica italiana (Lotti 2016: 188 ss.).
Maciste en Cabiria, © Tribanda Pictures.
Aunque Maciste no formaba parte de la propaganda de Cabiria antes del estreno de la película (Pezzetti 2006: 141), que incidía sobre todo en la participación de Gabrielle D´Annunzio en el proyecto, muy pronto se convirtió en el personaje de mayor éxito popular, siendo su presencia y su nombre un habitual reclamo para atraer al público hasta las salas de cine. Ya en mayo de 1914 la prensa de Milán anunciaba la asistencia de Maciste a la proyección de Cabiria, sin importar que se equivocaran al mencionar al actor -le llamaban Adolfo Pagano-, ya que el público a quien quería ver era a Maciste (Jandelli 2006: 133). Y poco importaba que su presencia fuera real o en efigie: en Suiza algunos de sus films alcanzaron tanto éxito que en las salas en donde estos se proyectaban se levantaron estatuas del personaje (Haver & Kromer 1995: 27 ss.). En muy poco tiempo se hizo habitual que se jugara con su nombre por razones publicitarias: así la actriz Elettra Raggio, con nombre de arte Astrea, comenzó a ser llamada la donna Maciste (Verdone 1961: 13, Martinelli & Quargnolo 1981: 21, Dall´Asta 2000: 303), mientras que, por su parte, el actor Umberto Guarracino se anunciaba en los repartos como palíndromo de Cimaste (Chiti 1983: 172, Farassino 1998: 223) (4).
Maciste representa la imagen y la idea del forzudo cinematográfico de la Antigüedad, pero hay que recordar que no fue él el primero cronológicamente en serlo. Este honor le corresponde al actor Bruto Castellani quien un año antes del estreno de Cabiria, en 1913, participó en Quo Vadis? de Enrico Guazzoni interpretando el papel del fiel esclavo Ursus. Castellani y Ursus también alcanzaron cierto nivel de fama, llegando el actor a ser saludado y felicitado por el rey Jorge V de Inglaterra en el Albert Hall londinense (Martinelli & Quargnolo 1981: 31 ss.); por su parte, el personaje de Ursus vivió un breve renacimiento en los años sesenta con casi una decena de títulos protagonizados (5).
Un año antes del fallecimiento de Bartolomeo Pagano, en el 1946, el escritor Vasco Pratolini publicaba Cronache dei poveri amanti, un drama ambientado en la vía del Corno de Florencia entre los años 1925 y 1926, justo cuando el cine de forzudos comenzaba a desaparecer de las pantallas y se instalaba en el poder el régimen fascista. La trama cuenta una serie de historias cruzadas de cuatro personajes; uno de ellos, Corrado, de 30 años, dos metros de altura y sólido como…Maciste, ya que éste es el sobrenombre con el que todos le conocen (Pratolini 1994: 12s). Basta el recurso de utilizar su nombre aunque sea en un contexto espacio temporal totalmente diferente para dotar al personaje de unas características y unos atributos físicos y morales que los lectores fácilmente reconocen (6). Precisamente acerca del nombre de Maciste hay interpretaciones diversas. Parece claro que fue una de las escasas aportaciones reales -junto al texto de las didascalias y otros nombres del reparto-, de Gabrielle D´Annunzio al proyecto de Pastrone. La versión más extendida es que el poeta eligió este nombre porque se trataba de un antiguo sobrenombre de Hércules (Grifo 2006: 122, Catenacci 2008: 174, Lotti 2016: 123); de ese modo el personaje no solo venía relacionado con la fuerza sino que también adquiría un carácter semidivino y de neta superioridad sobre los demás personajes (7). Otras teorías relacionan el nombre con el griego mékistos (Giordano 1998: 11 y 31), con Magiste, el nombre de un mago Persa (Chiavini & Pizzo & Tetro 2004: 31), o con los términos latinos Macis (roca, con lo que él sería el hijo de la roca y por extensión de la tierra (8)) (Verdone 1965: 56, Günsberg 2005: 100), y Machina (Verdone 2003: 133 ss.).
Cuando los emisarios de la Itala Films fueron a Génova en busca del futuro intérprete de Cabiria, Bartolomeo Pagano carecía de cualquier experiencia interpretativa anterior (9). Sin embargo, su cuerpo musculado y poderoso, esculpido por el duro trabajo cotidiano -que será una de sus señas de identidad cinematográficas más características junto a su sonrisa (10)-, ya había servido de modelo para la figura de Garibaldi en el conjunto escultórico levantado en Génova en 1910 en homenaje al medio siglo de existencia de los conocidos como Los Mil de Quarto; se trataba de la expedición liderada por Garibaldi que partió de la playa de Quarto, cerca de Génova, en el año 1860 con el objetivo de conquistar la Sicilia Borbónica e incorporarla a la nueva Italia. El éxito de esta empresa fue inmortalizado con un monumento en donde el cuerpo de Pagano representa a un Garibaldi idealizado, en una pose de tenso reposo que hace recordar a Hércules después de realizar uno de sus trabajos. Es interesante señalar este hecho porque no será el único punto de contacto entre el cuerpo de Bartolomeo Pagano, aquí aún en un periodo pre-Maciste, con la política italiana.
Ya en su debut ante las cámaras, la referida Cabiria, el personaje de Maciste presenta la gran mayoría de características físicas y atributos morales que Bartolomeo Pagano mostrará en todos sus películas posteriores (Lotti 2016: 126 ss.). Maciste es leal con los amigos, fuerte, defensor de los oprimidos, liberador (11), pantagruélico, cómico, siempre positivo y, generalmente, testigo de los romances de otros, aunque el aspecto de sus relaciones con mujeres cambiará a lo largo de la serie posterior. No duda en recurrir a la violencia como tampoco a los disfraces. Recordemos que en Cabiria Maciste es un esclavo africano de fingida piel negra, él representa a África al servicio del romano Axilla (Libia sometida a Italia); en todo el ciclo posterior Maciste recupera la piel blanca aunque en Maciste (L. R. Borgnetto & V. Denizot, 1915), no duda en pintarse la piel de negro y disfrazarse para lograr sus objetivos (12).Tras Cabiria, Bartolomeo Pagano interpretará a Maciste en una veintena de ocasiones más. Podemos dividir su filmografía en tres periodos: entre 1914 y 1921, cuando trabaja al servicio de la Itala Films; los quince meses que pasó en Alemania donde realizó cinco títulos entre noviembre de 1921 y enero de 1923; y su vuelta a Italia y los ocho trabajos finales rodados para la FERT y posteriormente para la casa Pittaluga (Grifo 2006: 114). Aunque muchas de las características del personaje de Maciste apuntadas anteriormente se repiten en el ciclo posterior, eso no quiere decir que éste sea algo monolítico, sino que también se perciben algunas diferencias y, en cierto modo, unos cambios en el personaje, en especial en su relación con las mujeres y en lo que se ha dado en llamar el “aburguesamiento” de Maciste (Lotti 2016: 122, Giordano 1998: 12s). Por lo que se refiere a la relación de Maciste con los otros personajes femeninos, esta no obedece siempre a un mismo guión, sino que el héroe asumirá papeles diferentes: desde testigo a rechazado, y de exhibido (13), a mostrarse activo y aceptado, aunque como en Maciste all´inferno (G. Brignone, 1926), ese éxito acabe trayéndole problemas mayores. Mientras que el citado “aburguesamiento” se manifiesta mejor en las películas realizadas a su regreso de Alemania, en donde Maciste se muestra más preocupado por su apariencia exterior, y sus modales están más cuidados y pulidos; en la citada Maciste all´inferno el héroe lucha por recuperar su esencia humana, pero también por retomar su apacible vida burguesa, su casa, su cuidado guardarropa y su acomodado nivel de vida.
Será en los años del periodo mudo cuando prácticamente desaparezcan las barreras entre el actor y el personaje, siendo fagocitado el primero por el segundo, y convirtiendo a Maciste, más que a Bartolomeo Pagano, en un indiscutible divo de la industria cinematográfica italiana. Algunas muestras de esto las tenemos cuando, por ejemplo, al inicio de Maciste, la joven protagonista se refugia en un cine en donde están proyectando Cabiria. En la oscuridad de la sala descubre a Maciste y comprende que solo él puede ser la solución a sus problemas. Posteriormente se presentará en los establecimientos de la Itala Films en donde Maciste está rodando un nuevo film. Los rodajes de la casa de producción Itala también aparecen en otras de sus películas, como en Maciste in vacanza (R. L. Borgnetto, 1921), o en Maciste Alpino (L. Magni & R. L. Borgnetto, 1916). En esta última Maciste exhibe una tarjeta de visita en donde puede leerse “Maciste. Itala Films”. En Maciste e il nipote d´America (E. Rodolfi, 1924), Maciste es el propietario de una empresa dedicada a los negocios de importación/exportación que se llama “Bartolomeo Pagano”. Además, en documentos administrativos internos de la Itala Films, con motivo de un pequeño accidente sufrido por Pagano que le impedía trabajar, aparece el actor denominado expresamente como Maciste (Lotti 2016: 148 ss.). Por no mencionar la llamada “Villa Maciste”, la lujosa mansión que Bartolomeo Pagano se hizo construir en San Ilario, en las proximidades de Génova.
Los quince meses que Pagano / Maciste pasa trabajando en Alemania coinciden con un acontecimiento crucial en la vida política italiana, la “Marcha sobre Roma” (27 a 29 de octubre de 1922), que llevará al poder al partido fascista de Benito Mussolini. Aunque a su regreso seguirá interpretando films de indudable éxito popular, lo cierto es que el cine de forzudos había entrado en una fase de decadencia que lo hará desaparecer de las pantallas italianas pocos años más tarde. La decadencia de estas películas coincide con la llegada del fascismo al poder. De las pantallas de ficción desparece el héroe forzudo para reaparecer de modo cotidiano en los noticiarios del Istituto Luce; es como si la ausencia de Italia de Maciste hubiera sido aprovechada por Mussolini para ocupar su lugar, o como si Maciste se hubiera personificado en la figura del líder del partido fascista. Ya no volverá a ser necesaria la presencia de Maciste porque ha sido sustituido por un sosias real que ahora se dirige a los suyos desde los balcones del Palazzo Venezia;y que, al igual que hizo Maciste en Cabiria ayudando a Roma a derrotar a Cartago, ahora el nuevo héroe, Mussolini, trabaja para que Italia recupere el imperio perdido. No se trata únicamente de que Mussolini hiciera suyos gestos y aspectos del personaje de Maciste -y también de Za la Mort, interpretado por el actor Emilio Ghione (Campani 2004: 51, Lotti 2016: 212 s)-, sino que, en cierto modo, Mussolini vino a ocupar el espacio que Maciste había dejado en el público italiano.
Mussolini y Maciste.
Casi al final del régimen fascista, y poco después de la entrada de Italia en la II Guerra Mundial, concretamente en el año 1941 Maciste tuvo la opción de regresar a las pantallas, cuando el director Carlo Campogalliani se puso en contacto con Bartolomeo Pagano para intentar convencerle de que volviera a interpretar al personaje (Salotti 1997: 47). No sabemos si el proyecto se trataba de un film patriótico o no -Maciste ya luchó en la Primera Guerra Mundial, ¿por qué no hacerlo en la Segunda?-, pero el caso es que Pagano declinó el ofrecimiento y el proyecto se olvidó sin ni siquiera intentar buscar un sustituto. Tal vez los problemas de salud del actor, aquejado de diabetes, influyeron en su decisión, o sencillamente se dejó llevar por la evidencia de que los años en los que los forzudos dominaban las pantallas habían quedado atrás de modo irremediable.
La gran y definitiva diferencia entre el Maciste del periodo mudo y su réplica del péplum de los años sesenta es que el primero va unido de modo indisoluble a un nombre y a un cuerpo (el de Bartolomeo Pagano), hasta el extremo de que actor y personaje llegan a fundirse en una sola entidad. Por el contrario, el Maciste posterior se desdobla en identidades diversas y en unas anatomías intercambiables, surgidas todas de los gimnasios y la alimentación mientras que el cuerpo de Pagano fue gestado en el trabajo de los muelles. Entre 1960 -el año del estreno de Maciste nella valle dei re, dirigida por Carlo Campogalliani, el mismo que quiso devolver a Maciste las pantallas veinte años atrás-, y hasta 1965 Maciste fue interpretado por una docena de actores diferentes: Kirk Morris lo hizo en siete oportunidades, Mark Forrest en seis y Gordon Scott y Sergio Ciani en dos ocasiones cada uno (14). Hay que destacar que nunca fue interpretado por el Hércules cinematográfico por excelencia, Steve Reeves, lo que quizás influyó en que las críticas fueran especialmente duras con estas películas protagonizadas por unos forzudos en su mayoría lampiños y considerados como simples imitadores de Hércules (Torok 1963: 81). Pero, además, el Maciste del péplum sufre unos problemas de identidad impensables en el pasado: será suplantado por el malvado Kobrak en Maciste contro il vampiro (S. Corbucci & G. Gentilomo, 1961), teniendo que luchar con él para demostrar su inocencia e identidad e incluso se desdoblará en dos Macistes hermanos, en dos cuerpos semejantes que no iguales en la más tardía Gli invicibili fratelli Maciste (R. Mauri, 1964) (15).
Gli invincibili fratelli Maciste (R. Mauri, 1964), © ABC Films.
La otra gran característica de estos nuevos Macistes es la facilidad con que se desplazan por el tiempo y por el espacio: sus viajes le llevarán desde ciudades y reinos de ficción hasta Egipto, Grecia, Mongolia, España, Escocia y Rusia. En un arco cronológico que se estira desde remotos tiempos prehistóricos, hasta el siglo VI a.C, toda la Antigüedad, los siglos XII y XIII, y recorriendo la Edad Moderna hasta el siglo XVIII. Las tareas a las que deberá hacer frente son en su mayoría políticas: deponer tiranos y devolver al poder a sus legítimos dueños. Acorde con los nuevos tiempos, Maciste sí tendrá una vida amorosa más activa, siendo habitual que seduzca a las mujeres, bondadosas y malvadas por igual, y que al final de la película se marche acompañado de las primeras. También irá abandonando la tradicional modestia y frugalidad material y moral de las que hacía gala para acabar aceptando regalos -como la estatua que se levanta en su honor en la ciudad de Salmanak en Maciste contro il vampiro-, que perpetúan su nombre y su recuerdo y, de paso, alimentan su ego. Se trata de un Maciste más adaptado a la cultura pop de la segunda mitad del siglo XX, que hace de lo efímero y de lo intercambiable una de sus señas de identidad, ya se trate de objetos, cuerpos o sensibilidades.
La huella de Maciste en el cine italiano posterior ha sido alargada, ya que muchos directores, actores y gentes del cine han crecido con imágenes del forzudo en la memoria. De ahí que no sea extraño verlo citado o consignado en posteriores producciones. El propio Federico Fellini reconocía que unos de sus primeros recuerdos cinematográficos fue la película Maciste all´inferno (1926); el director de Rimini mencionaba la sala llena de gente, el calor, el ambiente opresivo y de cómo estando en brazos de su padre quedó atrapado en las imágenes ocres del film y en las mujeres que habitaban ese peculiar infierno (Brunetta 1996: 21).
Maciste alpino (G. Pastrone, 1916), © Itala Film.
Otros grandes nombres de la cinematografía italiana también han recuperado la memoria del personaje. Marco Ferreri en Nitrato d´Argento (1997), su particular homenaje al cine, muestra un momento de la proyección en la sala de Maciste Alpino (1916), mientras el público enfervorecido corea el nombre de Maciste. Por su parte, Marco Bellocchio narra en Vincere (2009), la historia de la primera esposa de Mussolini, Ida Dalser, e incluye también escenas de la misma película con una reacción similar por parte del público. Pero no es éste el único Maciste evocado por la posteridad, en Il Caimano (N. Moretti, 2006), se menciona un péplum titulado Maciste contro Freud realizado por el productor protagonista del film (16). El siglo XXI, que se ha iniciado con múltiples remakes de títulos sobre el Mundo Antiguo no parece haber redescubierto, por el momento el personaje de Maciste, tal vez sea mejor así.
Notas
(1) Otros autores hablan de veintiséis films de Maciste por veintidós de Hércules. (Günsberg 2005: 100).
(2) Por poner solo unos ejemplos, Maciste en la Regina di Samar se convirtió en Hercules against the moonmen, Zorro contro Maciste en Samson and the slave queen, Maciste l´eroe piú grande del mondo en Goliat and the sins of Babylon, y Maciste contro i mongoli fue Hercules against the mongols. (Della Casa 1997: 34, Chapman 2002: 14, 35, 43 y 46).
(3) Aunque se desconoce su lugar concreto de nacimiento se suele admitir que era genovés; otras teorías apuntan a un posible origen napolitano (Grifo 2006: 114).
(4) La utilización del nombre de Maciste como señuelo para el público no fue exclusivo del periodo mudo; en 1971 el film Il ritorno del gladiatore piú forte del mondo (B. Albertini), también se anunció como Le retour de Maciste, mientras que Les Gloutonnes (J. Franco 1973), fue comercializada como Les exploits érotiques de Maciste dans l´Atlantide.
(5) Con películas como Ursus (C. Campogalliani, 1961), La vendetta di Ursus (L. Capuano, 1961), Ursus il gladiatore ribelle (D. Paolella, 1963), o Ursus nella terra di fuoco (G. Simonelli 1963), entre otras.
(6) El éxito logrado por Maciste fue tan grande que su nombre se utilizaba para referirse a un hombre fuerte, bueno y generoso. Un Hércules moderno creado por el cine (Rondolino 1980: 98).
(7) De hecho, en pantalla, Maciste suele aparecer siempre por encima del resto del reparto, vigilando a los demás desde su posición de superioridad (Jandelli 2006: 127).
(8) En el péplum Maciste nella terra dei ciclopi (A. Leonviola 1961), Maciste aparece durmiendo sobre una roca en la playa rodeado de agrestes acantilados, totalmente fundido con el paisaje.
(9) Bartolomeo Pagano fue elegido de entre cuarenta aspirantes al papel (Rondolino 1980: 97).
(10) Maciste encarna al gigante bueno, pero eso no quiere decir que sea tonto ni descerebrado; representa la parte mejor, la más justa, leal y también simpática del ser humano. Maciste recurre en ocasiones a una sana ironía y sus aventuras no están carentes de detalles humorísticos, especialmente en los aspectos referidos a la violencia -él solo usa sus músculos-, que acaba adquiriendo un toque infantil. Su heredero más fiel en el cine italiano sería el actor Bud Spencer (Crespi 2016: 44 ss.).
(11) Tanto con respecto a los demás como a él mismo; en Cabiria se suelta de las cadenas que lo atan a una rueda de molino, pero lo hace solo cuando aparece su amo y puede de nuevo ponerse a su servicio, no persigue la libertad sino continuar la servidumbre.
(12) En ocasiones el recurso al disfraz alcanza niveles lingüísticos, irónicos y meta-cinematográficos: en uno de sus films realizados en Alemania -Maciste und die Chinesische Truhe C. Boese 1023), Maciste usa el pseudónimo de McIste (Lotti 2016: 165).
(13) Maciste rara vez mira al espectador, simplemente se deja mirar por él (Jandelli 1996: 137).
(14) Los culturistas que interpretaron a Maciste a una sola oportunidad fueron Samson Burke, Gordon Mitchell, Reg Lewis, Ed Fury, Reg Park, Howard Ross, Richard Lloyd y Mario Novelli.
(15) La película muestra con absoluta naturalidad la existencia de dos Macistes, no se explica la razón de que haya dos; ni el hecho de que sea una pareja de héroes aumenta o altera las tareas y peligros a los que tradicionalmente los forzudos hacen frente.
(16) La posibilidad de hacer un film sobre Freud ya había sido reflejada en su anterior Sogni d´Oro (1981).
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ISSN 1988-8848
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