LOS CABRERA: UNA VIDA DE CINE

The Cabrera's: the art of life in cinema

Dra. Czestochowa Molina Serrano
Historiadora del Arte
Granada

Recibido el 8 de Mayo de 2017
Aceptado el 22 de Junio de 2017

 

Resumen. Con este trabajo se pretende hacer una aproximación a la figura del cineasta Sergio Cabrera, poniéndolo en relación con una figura trascendental en su perfil ideológico y creativo, la de su padre Fausto Cabrera..
Palabras clave. Sergio Cabrera, Fausto Cabrera. .

Abstract.The paper pretends to revisit the life and work of Sergio Cabrera. To deal with the complexity of this film director, one must put it in relation to his father figure Fausto Cabrera, to understand the ideological and creative paths of his filmic work.
Keywords. Sergio Cabrera, Fausto Cabrera.


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Hay películas que narran vidas y vidas que pueden ser una película. Y eso es lo que pasa exactamente con los Cabrera, padre e hijo, Fausto y Sergio, que han llenado el panorama artístico con sus obras de teatro, declamaciones, guiones, películas… Han marcado generaciones y lo más importante, su obra universal lo sigue haciendo dentro y fuera de las fronteras de Colombia y España, países íntimamente ligados a sus vidas.

Sergio Cabrera Cárdenas, nació en Medellín (Colombia), en 1950. Su discurrir en el cine, así como los hechos más importantes acaecidos durante su etapa de formación, no pueden ser considerados sin tener en cuenta a su padre, Fausto Cabrera, quien, frecuentemente colabora en sus trabajos.


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Fausto Cabrera Díaz nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1924 pero cuando tan sólo contaba con dos años se trasladó a Madrid, ciudad donde creció. En las postrimerías de la Guerra Civil Española se exilió junto a su familia, huyendo de la Dictadura Militar del General Francisco Franco. De España fueron a Francia y de aquí a República Dominicana donde toparon con la, también, Dictadura Militar de Leónidas Trujillo. Por este motivo marcharon a Venezuela (donde trabajó con el teatro experimental de Manuel Rivas Lázaro) y, finalmente, llegaron a Colombia en 1945.

Fue actor y director de teatro, declamador, libretista y escritor. Introdujo en Colombia el método interpretativo Stanislavsky, basado en un acercamiento profundo al personaje que se interpreta y su verdad interior mediante la concentración; la diferenciación entre lo orgánico y lo artificial; la relajación; el trabajo con los sentidos; la comunicación y el contacto espontáneo con otros personajes del libreto; la creatividad mental; la búsqueda de la dimensión social, política e ideológica contenida en la propia actuación; y la conjunción de todo ello inmerso del libreto. Creó compañías de teatro (Teatro Experimental del Municipio de Bogotá; en 1957 el Teatro Experimental de la Enad; en 1958 el Teatro el Búho, el Teatro Experimental de la Universidad de América y el Teatro Experimental Ohel; en 1959 el Teatro Experimental de Manizales, Teatro Experimental Independiente; entre muchos otros, algo que se sostiene a lo largo de la década del sesenta), ha trabajado en radio y televisión en Colombia (Televisión Nacional de Colombia, etc.), ha hecho teatro junto a Belisario Betancur; Carlos Jiménez Gómez; Fernando Botero; Jaime Piedrahita; y Gonzalo Arango (fundador del nadaísmo: movimiento literario colombiano de mediados del siglo XX. Se trata de una tendencia vanguardista, anticonvencionalista, que consiste en la ruptura con el pensamiento, la razón y la temporalidad del ámbito artístico; que deriva del dadaísmo y del surrealismo, enmarcado en el nihilismo, que protesta contra las tradiciones y las instituciones clásicas de la sociedad). La relación de Fausto Cabrera con todas estas personalidades de la actualidad, tanto política como cultural colombiana, no es una mera casualidad, sino que denota la importancia que ha llegado a alcanzar este personaje en un país en el que su estela ideológica y artística se proyectará más allá de su vida, como lo demuestra el hecho de que el 30 de noviembre de 2005 le fuera otorgado el Premio Vida y Obra del Ministerio de Cultura en el Teatro Colón de Bogotá.

De tendencia ideológica anarco-comunista, fue tachado de subversivo en su trabajo en la Universidad Nacional de Colombia por lo que marcha a China (1960-1967), como profesor de teatro y de español, junto con toda su familia. Allí afianzan su pensamiento marxista y de regreso a Colombia se afilian al partido Marxista-Leninista Comunista y al grupo terrorista Ejército Popular de Liberación (el E.P.L. existe también en China como brazo armado del gobierno). Al E.P.L. pertenecían también su mujer (como enlace urbano) y sus dos hijos (1).

Debido a la persecución que sufrió por parte del gobierno colombiano, marchó de nuevo a China, donde permaneció desde 1973 a 1976, periodo tras el que regresará al citado país Iberoamericano, donde actualmente reside. Desde entonces, sin más armas que la palabra, lucha contra la “injusticia de la justicia, la mal llamada democracia” (2). En Medellín conoce a Luz Helena Cárdenas, que será la madre de sus hijos, Marianella y Sergio, que no han sido ajenos al bagaje cultural e ideológico de su padre.

Fausto Cabrera murió el 10 de octubre de 2016 poniendo así lo que para algunos podría ser un punto final a su vida pero que en realidad, debido a la presencia de su obra que se perpetúa en la actualidad, gracias entre otras a la labor cinematográfica de su hijo, es en realidad un punto y aparte al que muchos volvemos recurrentemente.


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Sergio Cabrera siguió a su padre en sus viajes y así estudió Filosofía en la Universidad de Pekín (1973) y posteriormente cinematografía en la London Film School y en la London Polytechnic School (Reino Unido, 1975).

“Mi padre era profesor en la Universidad de Beijing, al igual que mi madre. El además era director del Instituto de doblaje y estudiaba teatro, o sea que tenía una vida muy activa. Yo estuve en China de los diez a los dieciocho, cuando me metí en la guerrilla colombiana, y después de cuatro años en la guerrilla, regresé a China por dos años más. Y en estos años, sobre todo del 60 al 66, China era un país maravilloso, yo viví en un paraíso. Después vino lo que llaman "la revolución cultural" que de cultural ni tenía nada y fue muy dramática. Pero en aquellos años, los niños y los jóvenes eran seres muy privilegiados en cuanto a formación académica, artística, deportiva. Era un país que tenía verdadero interés en formar a su juventud. Claro que después de haber estado en la guerrilla en Colombia, haber conocido Occidente y haber vivido la realidad, cuando regresé a China en el 72, ya no me gustó. (risas) El precio que había que pagar por defender una cierta idea del socialismo ahí me pareció muy alto en la parte humana y cultural, de libertades individuales” (3).

Perteneció, como anticipamos, al E.P.L. entre 1963-1972, del que salió decepcionado por los graves perjuicios que las guerrillas causaban a los campesinos y la mínima obtención de beneficios. Así, abandona el partido y la lucha armada para centrarse en hacer cine. Es consciente de que sus películas no van a cambiar el mundo, pero sí pueden hacer reflexionar al espectador acerca de la situación de éste.

“Nos dimos cuenta del terrible daño que le hacía a la población campesina. Daño muy grave, comparado con el poco beneficio a la causa de cambiar el mundo” (4).

“Yo no le tenía miedo a nada: enfrentaba el Ejército sin problemas y no me importaba que las balas me rozaran. Alguna vez me hirieron, por fortuna nada de importancia. Fui un guerrillero como había que ser, pero la experiencia final para mi fue muy dolorosa. Tanto que tardé veinte años sin poder contar la historia de mi vida en el E.P.L., una organización maoísta, a la que entré en 1968, cuando tenía 18 años. Acababa de llegar de China, donde viví durante una década. Allí había estudiado primaria y bachillerato; fui Guardia Rojo y cuando salí del internado trabajé en una fábrica. Era un verdadero maoísta. Mi gran sueño era la revolución y por eso ingresé en ese grupo insurgente. Además, la forma como se educa al niño en China es para que sea guerrillero. Duré cuatro años en el monte y siempre sentí que me había montado en el bus equivocado, lo teórico no concordaba con la práctica. Mis críticas eran sistemáticas, que eso no era un ejército, que no había bases de apoyo, las humillaciones, las peleas internas y las broncas contra la otra gente igual que nosotros, contra las FARC, contra el ELN, hasta que un día decidí salirme. Desde China traía fama de criticón, y por eso, durante la Revolución Cultural, nunca estuve de acuerdo con los rituales cursis del culto a la personalidad. Ellos aceptaron, llegamos hasta una carretera, entregué la pistola y el fusil, fue una corta ceremonia, bonita. Sufrí mucho porque terminaba una etapa de mi vida, pero yo no había dejado de creer en la revolución, en la utopía. Dos años después me di cuenta en serio que el proyecto revolucionario no funcionaba y eso fue duro, porque vengo de una familia de exiliados republicanos de la Guerra Civil Española. Mi papá aún hoy es comunista, la revolución era mi destino pero todo se derrumbó. Al menos para mi” (5).

Es director de largometrajes (el primero fue Diario de viaje, 1979; le siguen Bienal IV, 1984; Elementos para una acuarela, 1986; Los tres jinetes el Apocalipsis, 1987; Técnicas de duelo: una cuestión de honor, 1989; Águilas no cazan moscas, 1994; Golpe de estadio, 1994; Severo Ochoa: la conquista de un Nobel, 2001; Perder es cuestión de método, 2004 y Todos se van, 2015); cortometrajes (con los que se inicia en el arte de hacer cine, el primero fue Hong Wei Bing, 1971); documentales para televisión (Diario de viaje, 1996; Ciudadano Escobar, 2004); editor (Alexander von Humboldt en Colombia, 1978), productor (Ilona llega con la lluvia, 1996); actor (ocasionalmente, como en Se vende, 2008 y Cuéntame cómo pasó, 2006) y ha participado en la escritura de alguno de los guiones de sus películas (La estrategia del caracol, Águilas no cazan moscas, Ilona llega con la lluvia, etc.).

En España residió una década desde el año 2000. Aquí hizo teatro, cine y televisión. De su paso por este país destaca su labor como director en la serie de Televisión Española Cuéntame cómo pasó (19 episodios dirigidos entre 2004 y 2008) y dos mini series sobre Severo Ochoa y el presidente del gobierno español entre la transición de la dictadura a la democracia (1976-1981), Adolfo Suárez, en 2010.

De entre todas sus obras hay una especialmente ligada a sus vidas: La estrategia del caracol. Los habitantes de una casa de inquilinato, la Casa Uribe, van a ser desalojados de ésta, por su dueño, por razones especulativas. No es la primera vez que ocurre, es algo frecuente. De hecho, sus vecinos, los habitantes de la Pajarera, acaban de ser desahuciados de su casa tras un violento enfrentamiento con la policía, en el que una bala perdida alcanza a un niño, dejándolo sin vida. Será Don Jacinto, un viejo anarquista español, exiliado tras la Guerra Civil española, quien se haga con el liderazgo, ideando un plan de resistencia a su expulsión, una estrategia, la “estrategia del caracol”.

Sergio Cabrera escribió este guion pensando en su padre, tanto así que Fausto y Don Jacinto (nombre del protagonista) prácticamente son uno. Tienen tanto en común que Sergio Cabrera explica que la película rinde honores a su padre:

“El film es un homenaje a mi padre, a su manera de ver la vida y que en parte refleja la actitud de uno de los personajes, Don Jacinto, que él mismo interpreta. La historia y el conjunto del film es un poco anarquista porque entre las cosas que lamento de mi militancia orgánica se encuentra el hecho de no haber sido creativo y de haber sucumbido a la tentación de seguir siempre instrucciones de otros” (6).

“Aquí tienen su hijueputa casa pintada”. Así acaba La estrategia del caracol. Una frase inolvidable para todos los que la hemos visto, una idea que ha marcado nuestra memoria y nuestro corazón. Un sentimiento que nos une directamente con la familia Cabrera.

Notas

(1) Como el propio Sergio Cabrera declara a una entrevista al diario colombiano El Tiempo, el 15 de septiembre de 2013. http://www.eltiempo.com/gente/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-10979663.html (Consultado el 10 de marzo de 2013).

(2) La “injusticia de la justicia” es un concepto que recogerá “el paisa” en la introducción de la acción en La estrategia del caracol. Es esta lucha la que les ha marcado toda la vida y la que les ha llevado a la acción revolucionaria, armada primero, a través de la pantalla después.

(3) Entrevista realizada por Mariel Guiot (Madrid, junio 1994).
http://www.mml.cam.ac.uk/spanish/sp13/cine/estrategia/Cabrera.html (Consultado el 22 de julio de 2014).

(4) Sergio Cabrera, entrevista para el periódico El Tiempo de Colombia. http://www.eltiempo.com/gente/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-10979663.html (Consultado el 21 de julio de 2014).

(5) En un “Press book” editado por Cine MUSSY (Madrid, España), facilitado por el propio director de cine.

(6) Sergio Cabrera en un “Press book” editado por Cine MUSSY (Madrid, España), facilitado por el propio director de cine.


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ISSN 1988-8848