¿PERO SÓLO ESO ES CINE HISTÓRICO?
EN EL “POLIS” CON MARGARITA MANDÁ

But there is only one historical cinema type?
In the “Polis” with Margarita Mandá

Ayudante de dirección y directora de cine
Entrevista de Antonio Aguilera Vita
Interview by Antonio Aguilera Vita

Atenas

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Margarita Mandá

Finales de verano en el centro de Atenas. Una mañana soleada. Dice mi amiga Lena Francopulu, a quien tanto tengo que agradecer, que nos habíamos conocido en una fiesta unos meses antes. Sólo conseguí recordar el momento exacto en que me la presentó y me susurró al oído que aquella mujer delgada, de aspecto frágil y abundante cabello claro ensortijado era ayudante de dirección de Anguelópulos; que era además directora de cine y había rodado dos documentales. Cuando decidimos abrir esta sección me acordé de ella, Margarita Mandá. Volví a pedir ayuda a Lena. “Por supuesto tienes que llamarla, no tendrá ningún problema”.

Cuatro días de septiembre en Atenas pueden cundir mucho si la persona a la que tratas de entrevistar es Margarita Mandá. Cualquier persona de la profesión podría darte largas lo menos una semana y yo sólo disponía de cuatro días. Llamé a Margarita un jueves por la tarde. “Yo no soy la persona indicada para hablar de cine histórico, no soy ni teórico ni especialista en el tema, simplemente me dedico al cine”, me repitió varias veces. Al mismo tiempo, se mostraba encantada de que nos viéramos al día siguiente. Ni ella misma podía imaginar que era exactamente la persona que buscaba para esta sección. Especialistas y estudiosos ya teníamos. Pero ¿cómo ven los cineastas de hoy el llamado cine histórico? Ese era el tema. Más allá del objetivo de la entrevista, hablar con Margarita Mandá, y hablar de cine, es un placer para la inteligencia.
Aguilera Vita: Trabajas desde principios de los 90 con Thódoros Anguelópulos, uno de los más reputados directores de cine griego y también de los más personales.
Margarita Mandá: Sí, desde La mirada de Ulises, luego en La eternidad y un día y en la primera parte de la trilogía El valle que llora, titulada Elena. Ahora prepara la segunda parte y también estaré con él de ayudante de dirección.

Pero Margarita también ha dirigido dos cortometrajes, de los que ya prefiere no hablar y dos documentales que han tenido una magnífica acogida. Con el primero, Los guardianes del tiempo, donde siete guardas de siete sitios arqueológicos hablan de sus pasiones, sus aprendizajes, su relación con los paisajes cargados de historia en los que viven, consiguió en 2002 el premio FIPRESCI del 4º Festival de cine documental de Salónica. El segundo, Nueva Odesa, el pueblo del agua, acaba de estrenarse y de él habla con pasión.

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Fotogramas del documental Nueva Odesa, el pueblo del agua.

Margarita Mandá: Para la última película de Anguelópulos se construyó un pueblo completo sobre un lago que luego tenía que inundarse en el rodaje. Aquel pueblo no era un simple set de rodaje. Era un pueblo verdadero donde convivimos todos. Con sus casas, su taberna, sus tiendas. Desde el principio y a la vez que trabajaba en la película comencé a filmar. Recopilé material para más de cien horas sobre la vida diaria en aquel pueblo destinado a desaparecer. Esa experiencia me dio la idea de realizar un documental con ese material y seleccioné los casi 60 minutos. El mismo proceso de trabajo me iba sugiriendo el tipo de documental que quería. Y ése fue el resultado.

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Fotograma del documental Nueva Odesa, el pueblo del agua.

De sus proyectos, éste no es lugar para hablar. Lo hicimos off camera en nuestra conversación primero en la terraza del café Polis de Panepistimíu y, cuando el sol comenzó a tostarnos hasta el cerebro, dentro del café. Lo que aquí interesa es su opinión sobre el llamado cine histórico y la relación de la Historia con el cine. Lo demás fue una charla apasionante entre una profesional del mismo y un aficionado al séptimo arte. Más o menos así se desarrolló.

Margarita Mandá: El tema es un poco… caótico, inmenso.
Aguilera Vita: Bueno, intentemos centrarnos. ¿Qué podemos decir que es cine histórico? Por una lado sería aquel que trata sobre sucesos históricos de un país, digamos…
Margarita Mandá: Como reconstrucción. La gente a menudo entiende por cine histórico cuando una película trata de un hecho histórico. Se hace un guión basado en un suceso, a menudo de época, con más o menos fidelidad, bajo el punto de vista del director. ¿Pero sólo eso es cine histórico? Es una pregunta.
Aguilera Vita: ¿Existe en Grecia o ha existido algún tipo de películas que puedan ser catalogadas dentro del género “peplum”, esas producciones normalmente italo-americanas sobre la Grecia o Roma antiguas rodadas en los estudios de Cinecitá? ¿Existe algún nombre en Grecia para este tipo de cine?
Margarita Mandá: Sí, creo que existe, pero no me viene ahora el nombre a la cabeza. Pero sí, podría llamarse también a ese cine histórico.
Ahora recuerdo una película de Kubrick, de las primeras, Paths of Glory, sobre la primera Guerra Mundial. También es histórico. En fin, no entiendo muy bien la pregunta. La pregunta es cómo se plasma la historia en el cine, ¿es una mera representación de hechos? ¿Puedes hacer algo distinto?
Aguilera Vita: ¿Podríamos considerar histórico el cine de Anguelópulos? ¿En qué sentido?
Margarita Mandá: La historia es una. Es tanto Pericles, como la Guerra Civil, hablo de la griega, porque también ustedes los españoles tuvieron una. Pero también Bizancio. El cine de Anguelópulos lo puedes y no caracterizar como cine histórico. Verás. Anguelópulos no hace cine histórico en el sentido de que toma un suceso del pasado y hace una reconstrucción de él. En realidad, hace fundamentalmente cine político, películas políticas, así pienso yo por lo menos, utilizando como excusa, caminando sobre hechos concretos que afectan a la historia de la Grecia contemporánea. Pero no hace una reconstrucción de una época. No hace, digamos, una película sobre la guerra civil griega, sino una película filosófica, política, partiendo de ese hecho histórico, usándolo como excusa y a la vez huyendo de él. En un sentido podrías decir que es histórico. Por eso no puedo contestar a la pregunta qué es cine histórico. Más bien podría más fácil responder qué no es. ¿Llamamos cine histórico a la representación gráfica de sucesos históricos en una película? ¿A la introducción de esos sucesos en un film y cómo afectan a sus personajes de ficción? ¿De qué forma puedes mezclar la Historia en una película y comentarla? Yo por lo menos no puedo dar la respuesta en una frase.

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Theo Angelopouls( www.mlahanas.de)

Aguilera Vita: ¿Se han hecho en el cine griego “representaciones” de la historia de Grecia en el cine? ¿Existe ese tipo de cine histórico aquí?
Margarita Mandá: Ese tipo de cine histórico tipo Hollywood de grandes producciones necesita a priori mucho dinero. Para rodar el medievo o Bizancio o la revolución del 21 o una simple batalla se necesitan muchos extras, decorados, trajes, es decir, mucho dinero. El cine griego nunca lo ha tenido. Ni siquiera cuando era industria desde inicios de los 60 hasta los setenta, con Finos Film. Mucho menos cuando dejó de serlo después de la dictadura. Existen de entonces algunas películas cuyo tema a menudo era algún personaje de la revolución del 21 y la lucha contra los turcos. No eran superproducciones. Eran pequeñas producciones con cierto toque patriótico, resaltando los valores del helenismo. También algunas sobre la guerra del 40, sobre la lucha contra los italianos primero y luego contra los alemanes, pero se centraban en personajes y algún hecho histórico muy concreto. Su producción era muy casera. Pero podríamos llamarlo cine histórico griego. En la segunda mitad de los setenta, tras la caída de la dictadura, surge una llamado “nuevo cine griego”, como reacción a ese cine acartonado y patriotero. Panaiotópulos, Anguelópulos o Nikolaídis. Entonces se hicieron algunas películas sobre la guerra civil pero desde el otro punto de vista, desde la izquierda que no podía hablar durante la dictadura. Tampoco eran superproducciones.
Aguilera Vita: ¿Existe una diferencia de concepción entre las películas de los 60 y principios de los 70 y las de después de la dictadura? ¿Qué transmitían unas y otras?
Margarita Mandá: En las primeras siempre los griegos eran magníficos y los turcos terribles. Claro, eran películas patrióticas, no necesariamente nacionalistas, pero resaltaban la grandeza y bondad de los griegos, su amor a la patria. Jamás hablaban sobre ningún tipo de derrota, sólo victorias. Esa es la temática que da un giro radical. Tras la dictadura, sin ser películas que hagan una reconstrucción de hechos históricos, hablan directa o indirectamente de ellos, especialmente de la Guerra Civil, pero llevaban dentro la amargura de la derrota. Porque ya se puede hablar de ello.


Cuando le pido ejemplos, me propone enviarme una lista para no olvidar ninguna. Tampoco quiere hacer juicios sobre ellas. Simplemente referirlas. Cumplida su palabra, estas son las películas posteriores al 74 que Margarita considera históricas porque hablan directa o indirectamente de sucesos que marcaron la historia de Grecia, sobre todo la más reciente, pero también la antigua, la bizantina o el XIX y la independencia de Grecia: Theo Angelopoulos :   - Meres tou ‘ 36 (Días del 36) (1972), Thiasos (La compañía) (1975), Oi Kinigoi (Los cazadores) (1977).Lakis Papastathis : Ton kairo ton Ellinon (El tiempo de los griegos) (1981). Nikos Koundoros :  1922 (1982). Nikos Koundouros : Bordello (Burdel) (1985). Pandelis Voulgaris : Ta Petrina Hronia (Los años de piedra) (1985). Lefteris Xanthopoulos : Kali Patrida Sintrofe (Buena patria, compañero) (1986). Dimos Theos :  -  Kapetan Meitanos (1987). Fotos Lambrinos :  Doxobus (1987). Kostas Koutsomitis :  O Klios (1987). Lakis Papastathis :  Theofilos ( 1987). Dionisis Grigoratos : O Fakelos Polk ston aera (El expediente Polk en el aire) (1988). Giorgos Stamboulopoulos : Dio Ilioi ston ourano (Dos soles en el cielo) (1990). Nikos Koundouros : Byron, Ballada yia ena daemona (Byron, balada por un demonio) (1992).

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www.dvdbeaver.com

Aguilera Vita: Me gustaría preguntarte si considerarías históricas algunas películas de Kakoyiannis. En principio la trilogía formada por Electra, Las Troyanas e Ifigenia. Son películas ambientadas en épocas pasadas.
Margarita Mandá: No, pero no son históricas. No estoy segura que sólo por esa ambientación puedan llamarse históricas. Se trata de tragedias antiguas, personajes absolutamente de ficción. Es teatro. No son personajes que existieron en la realidad. Alejandro existió. Estos son personajes de tragedias. Sólo si puedes llamar histórica a una película por el mero hecho de que se ambientan en una época pasada, entonces puede. No sé. Yo no lo creo así.
Aguilera Vita: Estela. Puesto que refleja una época muy determinada de Grecia y nos proporciona informaciones sobre la sociedad en el momento en que se rodó.
Margarita Mandá: Pero es que eso ocurre en todas las películas del mundo. Esa es la parte ilustrativa del cine. Según eso todo el neorrealismo italiano puede llamarse cine histórico y todo el cine en general. No creo que sea cine histórico por eso.
Aguilera Vita: El Gran Alejandro, de Anguelópulos. ¿Era el protagonista un personaje real?
Margarita Mandá: No estoy segura si sería película histórica. Parte de una realidad de finales del siglo XIX. Es verdad que existían esos bandidos que robaban a los ricos como una especie de rebeldía por la situación social. Pero Anguelópulos hace un compendio de ese tipo de personaje y crea un bandido para la película que no existió en la realidad.

Hasta aquí, el cine histórico. Cerramos la grabadora y la charla siguió amigablemente. Me contó proyectos, me habló de Victor Erice al que adora desde que descubrió su cine hace relativamente poco. Me habló de lo poco que se conoce el cine español si salimos de Almodóvar y dejando el caso Buñuel aparte. En fin, nuestra respectivas citas nos separaron cercano ya el mediodía, es decir, la hora de comer, que en Grecia es la misma que en España. Queda pendiente otra charla, otras miles de charlas sobre el maravilloso mundo del cine. Tal vez se deje caer por nuestro país algún día cercano. Tal vez, por qué no, consigamos ver sus documentales, aunque sea en el reducido ámbito de alguno de nuestros renombrados festivales de cine. Esperemos. Lo deseamos. Merece la pena conocer el trabajo más personal de esta mujer que tiene la mirada de aquellos a los que le apasiona hacer bien las cosas.

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ISSN 1988-8848